Más Qué Literatura v.m: ¿QUIÉN ES...EL LOBO? (2ª parte)

Un dulce olor me despertó. Mi madre estaba haciendo tortitas, mi desayuno favorito. Me froté los ojos y retiré las mantas. Bajé a la cocina y ya había terminado.

-Buenos días hija-dijo mi madre con dulzura.
-Buenos días mamá.
-¿Qué tal has dormido?
-Bien hija, ¿y tú?
Derepente llamaron a la puerta con un suave toque. Abrió mi madre y era Kazie, mi amiga.
-Buenos días-dijo, tragó saliva y siguió-vengo a buscar a Luz,para que se venga a la granja, ya sabes.
-¡Ah! vale en un momento sale.
-¡Ya estoy mamá!-grité, aclaré mi garganta y continué-no te preocupes, ya he terminado, adiós.
-Adiós Salli-se despidió Kazie.
Me agarró de la mano y empezamos la marcha. Costaba andar por la inmensa capa de nieve que se había acumulado en pocas horas.
-¿Qué tal con Seth?
-Bien, no ha pasado nada-le intenté mentir, pero no pude-¡el otro día me besó!
-¿Enserio?, que bien, ya lo has conseguido ¿eh?-me dijo con asombro y una sonrisa
-Sí, por fin-murmuré.
Llegamos a la granja. Hoy nos tocaba limpiar las gallinas. Abrimos la cerca y nos metimos. Kazie, entró en la cabaña a por la carretilla y el rastrillo. Mientras, me quedé pensativa. Pronto regresó. Cogí el rastrillo y empecé a recoger.
Después de una hora, la caretilla se llenó y fuimos a vaciarla a la cabaña. La dejamos allí, junto con el rastrillo.
-¡Qué cansada estoy!-suspiré.
-Bueno Luz, me voy a mi casa, o ¿quieres que te acompañe?
-No hace falta, vete a descansar anda, hasta mañana-un segundo y seguí-dale un beso a tu madre de mi parte.
-Vale, hasta mañana
Comencé andar, y un rato después, mientras iba caminando, unos pasos se oían tras de mí. Pronto vi que era Seth.
-¿Qué haces aquí Luz, tan sola?
-Vengo de la granja-le contesté con cansancio
-Luz, tengo que decirte algo-me dijo mirando hacia el suelo
-Dime-le contesté con interés
-Vente conmigo, te quiero demasiado, fugemonos de aquí juntos, a un sitio mejor, donde no haya peligro-dijo con esperanza.
-¿Qué? Ohu, yo también te quiero, pero Seth... no puedo, mi madre me necesita ahora más que nunca-le dije nerviosa
Segundos después de un breve silendio, salí corriendo de allí. El cansancio y la fatiga pudieron conmigo, pero logré llegar a Galborn. Pronto llegué a mi casa. Mi madre no estaba, pero me dejó la comida hecha. No tenía hambre, estaba demasiado cansada. Me subí a mi habitación y me tumbé en la cama. No me costó mucho coger el sueño.
Me desperté con el crujido de la madera. Todo estaba en silencio. Salí de la cama y bajé al salón. Miré por la ventana y ya había anochecido. La comida estaba hay todavía. Cogí el plato y empecé a comer. Minutos después, llevé el plato a la cocina y regresé de nuevo al salón. Allí esperé y esperé a mi madre, pero no volvía y se hacía tarde. ¿Sería ella el lobo? no puede ser, es mi madre, como va a matar a nuestra propia familia. Se hizo muy tarde y no había vuelto. Empece a darlo vueltas. Pronto me quedé dormida de nuevo.
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Espero que os haya gustado este segundo capítulo. Espero vuestros comentarios ;)